"En febrero me fui a Cambutal con Compa, un lugar que no conocía y que me voló la cabeza. Cuando llegás, te das cuenta de que literal estás en la mitad de la nada.

Cero ruido, cero turistas, a pura naturaleza, playa infinita y una tranquilidad que no se explica. Nos quedamos en una casa con vista al mar, y la playa ahí nomás. Arrancábamos a la mañana tempra con unos mates mirando las olas, sin apuro y con esas charlas que solo salen cuando tenés tiempo de verdad.

Hicimos un poco de todo: surf (algunos ya sabían, otros estábamos felices con solo pararnos jaja), caminatas largas por la playa, fogones a la noche y hasta salimos a pescarrr. Volvimos con unos bichos enormes que cenamos esa misma noche. Alta experiencia.

El pueblo es chico, con toda la onda: un par de bares, lugares donde quedarse que están bárbaros, gente tranquila y todos tienen muy buena onda. Todo es simple.

La pasé increíble. Compa armó un viaje que me sacó totalmente de la rutina. Ya estoy si puedo sumarme al próximo."